Crítica de “Mamá”

Experimenta el terror comercial. Creo que no hay subtítulo más apropiado para esta cinta que trae el argentino Andrés (Andy, que es más internacional) Muschietti a nuestras pantallas (o a las de USA, que allí ha triunfado y es la misma película).

El primer y más sencillo reproche que se me ocurre hacerle a “Mamá” es su fantasma, su monstruo principal y su concepción. La idea es buena, sí, pero una vez se ha vendido por dinero y se ha convertido en un producto para exhibir, para atraer, para los publicistas. No está al servicio de la historia, sino del dinero. En las escenas que podemos ver a la “Mamá” cara a cara podemos confirmar esto que digo. Es un fantasma hecho sin mimo, exagerado, gratuitamente feo incluso dentro de los parámetros que se esperan del espíritu.

“Mamá” no mima su historia

El segundo reproche consiste en la trama. Es una película de miedo y es muy fácil que no se sostenga, que se desarme de un soplido como la primera casa de los tres cerditos. Esto me cabrea, me cabrea en serio y nadie quiere verme cabreado. Que sea una película de miedo no significa que el argumento se deba descuidar, así como las subtramas o las principales preguntas que pueden surgir en la cabecita curiosa e intrigada de cualquier espectador, pero, ¿para qué molestarse, si las masas acudirán igualmente al cine a tragarse la gilipollez de turno y a desembolsar sus siete euros por butaca cada vez que hay una de “miedo”? Es posible que se escuden en que no quieren darlo todo masticado y en algunos casos esta opción es elogiable y preferible, pero os aseguro que no en “Mamá”, cuyo final es dolorosamente ridículo y que me abstengo de revelar con tal de no recordar la vergüenza ajena que sufrí cuando… cof, cof.

El tercer reproche sigue en la línea del anterior: en el guión de “Mamá” confluye todas las posibilidades del género: padre loco, cabaña abandonada en el bosque, fantasma de pelos fluctuantes con una flexibilidad envidiable que hace ruidos raros (debería convertir esto en una sola palabra), niñas pequeñas que dan mal rollo, un psiquiátrico… Vamos, que lo tiene todo. Está claro que bebe de fuentes de terror japonesas y eso está muy bien, pero las ideas se quedaron rápidamente desfasadas y a mí, por lo menos, no dejaba de darme la sensación de que esa “Mamá” no es más que una copia de muchas historias que han intentado vender como un producto novedoso.

Cosas buenas de “Mamá”

¿Virtudes de la película? Nikolaj Coster-Waldau, por supuesto. Siempre es un aliciente verlo. Su personaje no es muy espabilado, pero es pasable. Es su compañera de reparto, Jessica Chastain, la que parece más incómoda en ese papel de rockera pasota. Las niñas, sin embargo, son todo un descubrimiento, sobre todo la pequeña. Consigue a veces una expresión tan tétrica que solo por ella merece la pena echarle un vistazo a dos o tres escenas.

Tampoco me ha parecido que abusara de la música o los sonidos fuertes, quitando los típicos y tan necesarios gritos del bicho, y eso es algo que agradezco. Yo me he mostrado bastante escéptico con la película desde el principio, lo reconozco, y me he asustado poco, pero haciendo un sondeo a los conocidos que la han podido “disfrutar” alguno ha dicho que estuvo en tensión gran parte del film. Me parece que se queda en una historia floja donde el terror no está presente, sino algún susto suelto. La ausencia de lógica hace que esta película pase a ser fácilmente olvidable a la semana. “¿Pero qué van a contar a la policía cuando…?“, “¿cómo explican a la tía de las niñas que…?“

Quizás no tengamos que comernos mucho la cabeza porque la disposición del final hace que una segunda parte sea muy tentadora, sobre todo viendo cómo ha acogido el público esta producción hispanocanadiense. Comprendo que Guillermo del Toro la haya apadrinado, pues si bien la historia cojea y hace aguas por todos lados, es un excelente producto comercial. Y entretiene o llama la atención, así que… Como película de miedo no me queda más remedio que enviarla al cajón de los despojos, pero como película en sí la aprobaría.

Eso sí. Continúo pensando que Andrés “Andy” Muschietti goza de un gran talento visual que, bien encaminado, puede darnos mejores películas. Genial el plano secuencia de la escalera con “Mamá” y Lilly.