19:05 – Miércoles 20 de Febrero – TCM
La temática nazi es un clásico en el cine. Desde películas de culto como Casablanca hasta visiones más modernas y descarnadas como El Hundimiento. Es un filón inagotable. No solo permite llevar al cine propuestas históricas, sino también reflexiones más actuales, aunque el resultado artístico de algunas de ellas no sea muy positivo caso de American History X o la germana La Ola.
A principios de los 60, y ya con una buena perspectiva histórica, Stanley Kramer, más conocido por sus producciones, se lanzó a un proyecto de gran presupuesto para el que contó con un elenco de actores de lujo. Fue una de las películas norteamericanas de principios de los años 60 con más estrellas por metro cuadrado en el set de rodaje: Spencer Tracy, Marlene Dietrich, Judy Garland, Burt Lancaster, Montgomey Clift, Richard Widmarck, William Shatner o Maximilian Schell. Apoteósico.
Abby Mann, escritor sin demasiada experiencia, se encargó del guión al que, según cuentan, también contribuyó Montgomery Clift. Kramer se encargaría de la dirección y la producción. Esta película se ocupa de los famosos Juicios de Nuremberg, en la que diversos cargos del régimen nazi fueron juzgados por sus crímenes. La cinta parte de una premisa muy loable: abordar este espinoso tema desde una óptica lo más objetiva posible.
Para ello, tratan de ofrecer la visión de todos los elementos participantes en aquellos dramáticos años: víctimas, verdugos, miembros del ejército de uno y otro bando, civiles alemanes, jueces del régimen nazi, etc. Todo ello, bajo la atenta mirada del ojo clínico del juez interpretado por Spencer Tracy que actúa como aglutinante. Es él el principal juez del caso y trata de observar los hechos con objetividad.
Tracy completa un gran papel y es una delicia observar sus movimientos en algunas escenas, especialmente fuera del juicio. Naturalidad la de Tracy que contrasta con la actuación desatada de Clift o Schell. Monty ejecuta un papel demasiado sobreactuado para algunos, pero impactante. Como impacta el abogado de los acusados alemanes. Maximilian Schell se llevó el Oscar a mejor actor. Y tampoco puede olvidarse el alegato final de Burt Lancaster.
¿Vencedores o vencidos? es un película imprescindible para los aficionados al cine de temática nazi. Una cinta con grandes pretensiones éticas que expone con brillantez uno de los sucesos más dramáticos de la historia de la humanidad. Y aunque se hace larga, conviene esperar a la última frase de Tracy que cierra la película… Hiela la sangre.