Los éxitos comerciales Disney de “Alicia en el País de las Maravillas” y la recién estrenada “Oz. Un mundo de fantasía”, que ha recaudado la friolera de 150 millones de dólares en sus primeros tres días en las carteleras de todo el mundo, podrían servir para que Disney acometa la producción (y la reinvención) de algunos de sus más famosos clásicos. Y es que hemos podido saber que Walt Disney Pictures ha contratado al guionista británico Joe Aherne (el guionista de “Trance”, de Danny Boyle) para que escriba el guión de una reinvención en imagen real de uno de los clásicos más exitosos de crítica y público de Disney en los últimos años, “La Bella y la Bestia” de 1991, que sería rodada en 3D con toda probabilidad.
Este proyecto tiene como nombre en clave “The Beast”, y sería producida por David Hoberman y Todd Lieberman, mientras que Lou Anne Brickhouse será quien supervise el proyecto por parte de Disney. Por el momento desconocemos más detalles sobre esta adaptación del clásico de animación.
Pero “The Beast” no sería el único proyecto de rehabilitación de clásicos Disney que la productora abordaría. Esta nueva producción será la siguiente a añadir a una lista en la que se encuentran ‘Maléfica’, (con Angelina Jolie interpretando a la bruja de “La Bella Durmiente) y ‘Untitled Cinderella Story’ (la revisión del clásico de la Cenicienta), que posiblemente será estrenada en 2015. Por ello, es más que probable que “The Beast” se estrenaría en 2016, un año en el que se cumplirían 25 años desde el estreno del filme original de animación.
Disney parece haber abandonado sus emblemáticas películas animadas. Según ha anunciado recientemente, no prepara ni tiene prevista la producción de ninguna película de animación tradicional en los próximos años. Esto significaría que la película “Winnie the Pooh” estrenada en 2011 sería la última cinta de animación que Disney habría producido (al menos que por ahora sepamos). La productora se centrará en los proyectos en 3D de imagen real, y buena prueba de ello es su plan de acción citado para los próximos tres años vista. Los gustos de los espectadores más jóvenes parece haber cambiado irremediablemente, y las películas de animación ya quedarán quizá para los más pequeños de la casa. Por ello, a Disney sólo le queda revisionar sus clásicos, revistiéndolos de un toque más juvenil y que engatusen a aquellos adolescentes que antes veían sus películas y que ahora ven Crepúsculo.