Crítica “Fin”: El DVD de la semana

El cine patrio lleva años experimentando una paulatina evolución en la búsqueda de romper las barreras marcadas por nuestra tradición fílmica. Desde la irrupción de cineastas como Alejandro Amenábar, Juan Carlos Fresnadillo o J. A. Bayona se busca demostrar que nuestra industria puede facturar productos de toda clase, más allá de nuestro magnífico cine social exponente de las corrientes europeas. Autores como los mencionados abrazan géneros nuevos y tratan emociones distintas a las acostumbradas. Lo hacen asumiendo todas las consecuencias, con un profundo respeto por lo que plantean. El propio Guillermo del Toro irrumpía hace varios años en el panorama nacional, demostrándonos que, además de corazón, también tenemos manos y cerebros tan aptos como los de los creadores americanos. Podemos maquillar como los mejores, dirigir arte y vestuario como los grandes, diseñar efectos visuales sin nada que envidiar a Hollywood. De esta manera, se han hecho un hueco en la industria nacional productos como “Los Otros”, “Intruders”, “Lo Imposible”, y un largo etcétera de obras que siempre suponen una alegría para nuestra taquilla. Así mismo directores como Rodrigo Cortés, Daniel Monzón, Enrique Urbizu o Kike Maíllo se mueven entre géneros con la libertad del amor a todos ellos, buscando siempre ofrecer cosas diferentes. Jorge Torregrossa convierte a “Fin” en su primer largometraje y lo hace con la intención de seguir los pasos marcados por autores como los ya mencionados.

Torregrossa se enfrentaba en “Fin” a una especie de apocalipsis patrio. Lo hacía rodeándose de intérpretes contrastados de nuestra industria y con un equipo técnico capaz de convertir en realidad cualquier cosa que hubiese soñado el director. Además, el director alicantino contaba con el respaldo económico y, sobre todo, publicitario de Antena 3 Films. Así las cosas resulta difícilmente explicable, a priori, el por qué de un resultado artístico tan pobre y de una taquilla tan raquítica. Pues bien. He de decirles que en poco más de media hora de película lo descubrirán ustedes mismos. La triste realidad es que el fiasco es solo achacable a un director incapaz de afrontar una película apocalíptica con todas las de la ley. Torregrossa no se atreve a tirarse a la piscina sin mirar. Duda, y esas dudas se transmiten al producto y al público. Lejos de adoptar las normas básicas que rigen a una producción de esta categoría, el director apuesta por darle un tono más sofisticado, metafísico y trascendental de los que el material original puede aceptar. Se avergüenza de un punto de partida tan americanizado y no se atreve a abandonar su corazón de europeo. Gran error. Todo se va a pique después de la primera media hora.

Los problemas aparecen por un error de apreciación por parte de Torregrossa. El director cree que “Lo Imposible” o “Los Otros” lograron el éxito porque mezclan una apariencia de blockbuster con un espíritu de cine de autor. No se da cuenta de que lo que llevan a películas como las apuntadas a situarse un paso más allá de productos similares llegados del extranjero es el pulso del director. El control narrativo y los recursos cinematográficos manejados con maestría es lo que hace de “El orfanato” lo que es. La tensión, la posición de la cámara, el tono y el montaje hace grande a “Los Otros”. No es el intento de dar una lección de vida. Lástima el resultado visto en “Fin”, ya que en esa primera media hora se pone de manifiesto que Jorge Torregrossa tiene el pulso necesario para lograr un hueco entre los grandes. Ha de confiar más en sus manos. Es valiente, pero ha de reconducir su valentía.

Un grupo de amigos que se reúne para rememorar viejos tiempos en una cabaña de montaña y que, tras un apagón empiezan a descubrir que el mundo se está yendo a pique dan para lo que dan. Hay que dirigir bien. No hay que poner parches en el guión. Maribel Verdú, Daniel Grao o Clara Lago habrían hecho el resto, pero de esta manera se pierden en el pozo oscuro que es “Fin”. Así las cosas, “Fin” se convierte en nuestro DVD de la semana. Lastimoso galardón para una obra que podría haber sido una de las películas del año.