Gamberros de cine (Parte I)

La fama no es fácil de llevar. Tradicionalmente, la historia del cine está plagada de estrellas tan famosas por su talento, como por su infinita nómina de incidentes. Aficiones como el alcohol, las drogas, la velocidad, la falta de autocontrol o todas ellas juntas han llevado a numerosas estrellas del celuloide a protagonizar vergonzosos incidentes y, en la mayoría de los casos a cambiar la cámara de los paparazzis por las de las comisarias. De modo que aquí les dejamos con nuestra lista de los ocho actores más gamberros del panorama cinematográfico.

– Robert Downey Jr.: Un clásico de listas como esta. Lejos del hombre centrado, carismático y adorado por público y crítica que es hoy, Downey ha sido un auténtico desastre en su vida privada hasta hace escasos diez años. El magnífico actor fue durante más de veinte años adicto al crack, a la heroína, marihuana, cocaína, LSD, anfetaminas y alcohol. Sucesivas detenciones e incluso incidentes que pusieron en peligro su vida acabaron por llevarle a la cárcel durante varios meses. Tras sucesivas entradas y salidas de centros de rehabilitación, el actor dio un giro en su carrera en 2002 y ahora es un tipo centrado.

 – Hugh Grant: El actor británico se gana un hueco en nuestra lista gracias a uno de los escándalos más sonados de todos los protagonizados por las celebridades de Hollywood. En este caso ni el alcohol ni las drogas fueron las protagonistas, sino las aficiones sexuales de Grant. Y es que el actor era detenido por conducta depravada tras ser sorprendido por la policía haciendo uso de los servicios de una prostituta en su coche. La popularidad del actor quedó por los suelos. Desde entonces múltiples polémicas han envuelto a un actor que nunca logró recuperar de nuevo el cariño del público.

– Colin Farrell: Otros sospechoso habitual. El actor irlandés tiene tres vicios que son su perdición. Por un lado, es difícil encontrarse a Farrell sin una cerveza en la mano. En ausencia de cerveza, cualquier bebida alcohólica es buena sustituta. En segundo lugar, el intérprete vive más de noche que de día. No hay fiesta en los cinco continentes que escape a su alcance. Por último, las mujeres. La compañía femenina variada es una auténtica obsesión para Farrell. Así las cosas, cuando en la ecuación se juntan más de una de las aficiones o incluso las tres, los resultados son sucesiones de escándalos que parecen no tener fin.

– Mickey Rourke: En su juventud el bueno de Mickey se metió en más de un lío por su afición desmedida al alcohol. Por si eso no fuese suficiente, la afición del actor por el mundo de la lucha libre le deparó más de un disgusto además de evidentes secuelas físicas. Su lista de gamberradas de juventud se completaría con un arresto por supuesto abuso físico de su esposa en 1994. La madurez traería sosiego a la vida de Rourke, pero solo en apariencia ya que un nuevo arresto por conducir en estado de embriaguez y una anecdótica detención tras un incidente en el aeropuerto de Londres al querer viajar con 36 kilos de zapatos seguirían engordando la lista negra de este chico malo.