Tendemos a confundir historia del cine con historia del cine estadounidense e incluso con historia del cine estadounidense reciente. El séptimo arte no nace en 1972 con el estreno de El Padrino ni se gradúa con las películas de Tarantino. Al final, nuestro concepto personal de ‘historia del cine’ deja fuera lo que no conocemos o no nos interesa. Leni Riefenstahl fue de esas cineastas que vivieron al margen de la historia del cine oficial durante muchas décadas. La tormenta debía cesar antes de asomar de nuevo la cabeza. No en vano, Leni se vio envuelta la mayor tormenta del siglo XX y una de las más graves de la historia de la humanidad.
Leni Riefenstahl nació en Berlín en 1902 y pronto empezó a mostrar sus habilidades en la escena. Primero como bailarina y luego como actriz. Su interés por la parte técnica del cine la llevó a ponerse detrás de la cámara con poco más de 30 años. Leni fue una toda una pionera y una de las primeras mujeres directoras reconocidas por el público y la crítica. La luz azul fue premiada en Venecia y a través de ella entró en contacto con una persona que cambiaría su vida… Y la historia mundial.
Hitler se sintió atraído por la película y quiso conocer a su directora. Estamos en pleno ascenso del nazismo y el aparato de propaganda dirigido por Goebbels necesita artistas y técnicos. Leni pertenecía a ambos mundos. La cineasta berlinesa comenzó a trabajar para el partido y acometió un proyecto de gran ambición que terminaría dando como resultado la trilogía documental conocida como Trilogía de Núremberg. Leni, que trabajó con el reputado cámara Walter Frentz, gozó de un presupuesto casi ilimitado y unas posibilidad técnicas pocas veces vista hasta ese momento en la historia del cine.
La grabación y edición de una de las fiestas del Partido Nazi con sus mítines fue toda una lección técnica que tendría una enorme influencia posterior en la grabación de eventos políticos. Comenzaba a gestarse la manipulación emocional de los espectadores y las masas gracias a puestas en escenas diseñadas al milímetro y a un posterior montaje de las imágenes. Toda esta parafernalia estética y escenográfica y las técnicas de manipulación emocional se siguen utilizando a día de hoy en cualquier ámbito político o gubernamental. (Solo hay que cambiar la esvástica por otro símbolo).
Poco más tarde, Leni recibió aun más medios para cubrir los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936. El resultado fue Olimpiada, un documental que recibió el León de Oro en Venecia. La carrera de esta cineasta quedó truncada tras la guerra. Por supuesto, como muchos millones de alemanes, ella no sabía nada del Holocausto y su relación con Hitler fue puramente profesional… Pero con el paso del tiempo, se ha situado la figura de Leni Riefenstahl donde merece, como una de las mejores documentalistas de la historia del cine… De la historia del cine mundial y de todos los tiempos…
Mis felicitaciones por el reportaje, es muy completo.
felicidads es u buen reportag gracias con esto trmne mi tarea
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