Crítica: “Jurassic Park 3D”

En el año 1993 Steven Spielberg, uno de los directores más importantes de los últimos años alcanzaba su cumbre creativa con dos películas que forman ya parte imprescindible de la historia del cine. Una de ellas nos llevaba a la Segunda Guerra Mundial y al Holocausto. Su nombre era “La lista de Schindler” y hoy es, para muchos, una de las cintas más grandes jamas rodada. La otra era de ciencia ficción y, más concretamente, de dinosaurios. Dos filmes diametralmente opuestos en cuanto a temática, pero incomparables en calidad. Ambas obras marcarían un hito dentro de sus correspondientes géneros y hoy, veinte años después de su estreno, llega de nuevo a nuestras salas la película que nos hizo soñar despiertos y que marcó irremediablemente a una generación que todavía hoy sigue enamorada de los dinosaurios.

3En el momento en que uno se sienta en su butaca esperando a que comience la proyección de “Jurassic Park 3D” la emoción empieza a sacudirle. Era buena hace veinte años, lo sigue siendo hoy y lo será dentro de otros cien. Este es el primer detalle que salta a la vista en la película. El paso del tiempo no ha hecho mella en unos dinosaurios que, lejos de parecer viejos y desvencijados, siguen resultando los más impresionantes que ha dado el cine. Resulta curioso como otras cintas posteriores de superior presupuesto o con más posibilidades dados los avances de los efectos visuales, no se acercan ni remotamente al realismo de los dinosaurios de Spielberg. Esto es cine con mayúsculas. Esto es espectáculo. Ahora se le ha añadido la tecnología 3D para que los dinosaurios puedan asomar sus cabezas por la pantalla, pero lo que la convierte en una cinta magnífica son esos elementos que siempre han diferenciado a una película buena de una mala: guión, dirección, interpretación, fotografía… y respeto por el séptimo arte. No es suficiente con que las cosas asomen por la pantalla. Lo sentimos amigo James Cameron.

1Por extraño que les parezca, el precio que pagarán por volver a encontrarse en una sala de cine una película que han visto ya decenas de veces les parecerá una acertada inversión en pocos minutos. Dejen ustedes que aparezcan el Doctor Grant (Sam Neil), la Doctora Sattler (Laura Dern), el Doctor Malcolm (Jeff Goldblum) o John Hammond (Richard Attenborough) y que empiecen a sonar las notas de la partitura de John Williams. Esperen a encontrarse a ese impresionante Brachiosaurus nada más llegar a la Isla Nublar y a que las puertas de Jurassic Park se abran para ustedes. La nostalgia y el romanticismo harán presa de su memoria cinematográfica. Poco más hará falta para seducirles por enésima vez. Luego llega el momento de las aventuras, las carreras, la emoción y el suspense. Steven Spielberg sabe cómo gestionar el tempo de la cinta y lo hace con maestría. Nunca decae el ritmo. Tampoco existe ese mal del que adolecen las superproducciones de los últimos tiempos: el exceso de energía que no hace más que aturdir al espectador al no darle un respiro. En “Jurassic Park” todo se utiliza en su justa medida. Se le pueden reprochar muchas cosas al bueno de Spielberg, pero no se puede discutir que es el gran maestro de la narrativa cinematográfica.

4 Seguramente no sea la película perfecta. Sus personajes siguen sin poseer los matices adecuados y sus caminos resultan de todo, menos sorprendentes, pero poco importa eso. Es una de esas cintas que nos han marcado para siempre y que nos regalan dos horas de felicidad cada vez que nos encontramos frente a ella. Es parte de nuestras vidas. Es correr delante de un Tyrannosaurus. Es esconderse en las cocinas de los velocirraptores… es recostarse sobre un Triceratops y soñar. Es cine.

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2 Comments

  1. Sobrín agosto 31, 2013
    • Constanza enero 29, 2014