Otro remake. Otro remake de una película de Paul Verhoeven. La nostalgia de los años 80 es exprimida al máximo por las productoras de Hollywood, conscientes de que buena parte de los espectadores potenciales de hoy en día crecieron durante esa década. Recientemente se facturó un extraño remake de Desafío Total. Muy irregular, aquella película mostraba al menos el deseo de ofrecer algo diferente a la cinta original, la cual, por cierto, ha envejecido bastante mal. Que la nostalgia no nos impida ver el bosque…
¿Y Robocop? Una película con ese título parece una broma. Pero aquel proyecto del cineasta holandés no fue ninguna broma. Más enjundioso de lo que parece, divertido, brutal y con ese aroma a Serie B tan típico de Verhoeven, Robocop de 1987 es un buen testimonio del cine de acción y ciencia-ficción de esa década. Pero esto va de la Robocop de 2014…
La elección de José Padilha como director hacía concebir esperanzas. El director brasileño ha mostrado su oficio en el cine de acción con Tropa de Élite. Robocop se inicia con una secuencia interesante pero engañosa. No pretende ponerse muy seria, aunque al principio lo parezca. Pronto vemos aparecer a Murphy, interpretado en esta ocasión por un fornido Joel Kinnaman. El sueco, célebre por su buen papel en The Killing, no responde a las expectativas. Sabemos que interpretar a un robot debe ser contradictorio y exigente, pero a este Robocop le falta mucho encanto.
Encanto que les sobra a Gary Oldman y Michael Keaton. Oldman tiene mucho más peso en la cinta de lo que cabría esperar y es de agradecer. Si la primera fase de la historia transcurre en un suspiro y no impacta lo más mínimo (al contrario que la célebre escena de Murphy acribillado en la Robocop original), el personaje de Oldman toma el mando en el segundo acto. Tal vez la historia se extienda demasiado en esta parte, pero a nosotros nos resulta la más satisfactoria de la película.
Michael Keaton, por su parte, tienen dificultades para contener su gestualidad, pero sigue siendo agradable verle en pantalla, aunque esté en modo espídico. Más allá de la trama empresarial de Omnicorp y de las escenas protagonizadas por Keaton y Oldman, la película hace aguas. El guión del desconocido Joshua Zetumer es el principal responsable. ¿A qué viene la presencia constante de la familia de Murphy? Algunas escenas familiares rayan la ridiculez. A mitad de metraje casi perdemos la esperanza. Robocop de Padilha va a ser otro olvidable remake.
En descargo del director brasileño hay que decir que algunas escenas de acción mantienen la tensión y están rodadas con oficio. A destacar la entrada de Murphy en la comisaria patada en la puerta impartiendo justicia. Pero hay que respetar un guión. Y el guión de Robocop 2014 es de manual en su última y lamentable media hora. Hasta ese momento la cinta de Padilha, a pesar de su irregularidad, mantenía el tipo. Pero la resolución de la cinta es más que convencional.
El problema de esta película es, esencialmente, que se debate entre el superhéroe y el thriller futurista. Entre los recursos y las estrategias dirigidas a un público infantil o infantilizado y la seriedad de un mensaje un poco más adulto. Al final, pesa más el superhéroe, el guión se pliega a la moda del cine inspirado en personajes del cómic. Porque insistimos, la Robocop de Verhoeven tenía un componente complejo más allá de sus recursos estéticos de serie B. Todo ello se pierde en el remake de Padilha.
Lo Mejor: La presencia de Oldman y Keaton. El momento concierto de Aranjuez. Alguna escena de acción.
Lo Peor: El final. Joel Kinnaman no convence. La molesta presencia de la familia de Murphy. Samuel no se pierde una. Robocop no era un superhéroe.
Estos “criticos” siempre se quedan atrapados en el pasado y se cierran a la idea de que un remake no le llegara a los talones a la original pelicula, a mi me gusto mucho la peli se centra mucho en los sentimientos sin dejar de lado la accion, una buena combinacion.