Las películas de Kim Ki-duk causaron furor durante muchos años entre los seguidores del cine de autor oriental . El director coreano mantiene una ingente producción, aunque tal vez haya bajado un poco el listón desde su legendaria Hierro 3. Una tónica habitual de su cine es su original y poético sentido del erotismo, cercano en algunos casos a la violencia. No apto para todos los estómagos, películas como La Isla abordan las relaciones humanas desde una óptica muy singular. Esta cinta le acercó a otros públicos más allá de Extremo Oriente y marcó su estilo posterior que se desarrollaría, con símbolos y temática paralela, en cintas como El arco o Bad Guy.
Varias de las escenas de La Isla escandalizaron profundamente a buena parte del público. Y es que combinar un anzuelo con determinadas partes del cuerpo no es la práctica íntima más común… Pero más allá de ello, La Isla, como otras propuestas de Kim Ki-duk, ofrece un soplo de aire fresco al erotismo más tosco del que tanto sabemos por estas tierras…