Crítica: Líbranos del mal

Aunque no es un estreno reciente que ha llegado con la nueva oleada de este viernes, “Líbranos del mal” es la película de miedo que tenemos en la cartelera, y, como ya sabéis, en Alucine tenemos fijación con el cine de terror, así que no podíamos dejar pasar la oportunidad de ver la última obra de Scott Derrickson, al que ya conocemos de “El exorcismo de Emily Rose” y “Sinister”.

Crítica “Líbranos del mal”

Lo primero que vemos es una escena bélica que hace de exordio. Más tarde la conectaremos con el resto de la historia, pero por lo pronto sabemos que tres soldados se encontraron con una cripta y que ahí pasó algo. Sabemos que hay mal rollo de por medio por el mensaje subliminal que nos manda la imagen estropeada, aunque no da tiempo a leerlo. Habrá que esperar a una buena captura de pantalla para completar la información. También sabemos, nada más empezar, que está película está inspirada en los testimonios de su protagonista, es decir, está basada en hechos reales.

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El sargento Sarchie (Eric Bana), de ascendencia italiana, es un policía duro que trabaja mayoritariamente en el barrio del Bronx. Su investigación comienza cuando una mujer en el zoo se vuelve loca y arroja a su bebé al foso de los leones. Allí encuentra a un hombre extraño que está cubriendo un mensaje en el hábitat de esos felinos, pero este no se deja atrapar y huye dejando detrás de él una estela de misterio. Sarchie se lanza a la carrera de la investigación y va conectando datos gracias a ese particular don que tienen algunos policías para relacionar casos. También conoce al padre Mendoza (Édgar Ramirez), que le ayudará en sus pesquisas porque… bueno, en realidad ya lo sabemos, hay sospechas de que la mujer puede estar poseída.

“Líbranos el mal” mezcla el género policíaco con el de terror. No es ninguna novedad, ya nos hemos encontrado cintas con estas características, pero lo cierto es que en manos de Derrickson funciona bastante bien, así que el resultado es más que competente. El director apuesta por trabajar en sus personajes. En hora y media donde hay que meter intriga y sustos  no hay tiempo suficiente, pero la buena actuación de los personajes y detalles velados que no se explican ayudan mucho y hacen de su trabajo uno bastante satisfactorio. Por supuesto que se queda con los clichés de ambos géneros (flaqueza del cura durante el exorcismo o la esposa del policía que no se aparta de su rol ni para ir a pedir sal al vecino), pero eso tampoco le resta valor, creo que, al contrario, se aprovecha de ellos para dar su propia visión.

Derrickson en “Líbranos del mal” es más sobrio que desmesurado, aunque tiene sus escenas sangrientas. También se la juega con los sustos: son pocos, pero bien repartidos y en momentos done tu atención está centrada, con lo cual son predecibles, pero ahí están. Otra cosa que me gustó especialmente de esta película de terror es que no me dieran una lección magistral. Solo hacia el final se advierte en un tibio intento por explicarnos las fases del exorcismo, pero, en general, el padre Mendoza no se pasa la mitad de sus diálogos explicando partes de la biblia, síntomas, señales y demás, algo de agradecer porque se ha convertido en algo típico e irritante. Esta película no trata al espectador como un estúpido.

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No es para tirar cohetes, sacarse el sombrero o definirla como la propuesta más terrorífica del año, pero “Líbranos del mal” deja un buen sabor de boca. Tiene la actuación de Sean Harris, que es muy buena -con esa cara, es difícil no hacer bien de perturbado-, un secundario gracioso, una investigación policial y un exorcismo. ¿Qué otra cosa se puede pedir? Ah, y encima música de The Doors.

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  1. uggs zwart maken diciembre 20, 2014