Hace unos años, la Comunidad Valenciana presentó uno de los proyectos más ambiciosos de la “Edad de Oro de la especulación española”: La Ciudad de la Luz. Con una inversión de 274 millones de euros, se construían unos magníficos estudios de cine con más de 320.000 metros cuadrados, platós, almacenes y todo lo necesario para albergar cualquier tipo de producción. El problema es que la pésima gestión de unos directivos que poco sabían sobre el sector acabaron con el cierre de la Ciudad de la Luz, allá por 2013. A eso hay que añadir una sentencia del Tribunal Europeo considerando competencia desleal al estudio y obligándoles a devolver el dinero invertido a las arcas públicas. Ante eso, la venta de La Ciudad de la Luz era la única opción para recuperar la inversión.
Así las cosas, ni más ni menos que el mismísimo Francis Ford Coppola ha decidido hacerse con tan potentes estudios para abrirlos de nuevo. El director de “El Padrino” lidera un grupo de inversores que ya ha ofrecido los 80 millones de deuda que siguen pesando sobre el complejo. De este modo, cuando la Comisión Europea de el visto bueno, La Ciudad de la Luz irá a parar a las manos de uno de los más grandes directores de la historia del cine que, a bien seguro sabrá sacarle el rendimiento al potencial de los geniales estudios.