Tarde o temprano tenía que suceder. “Extraños en un tren“, a pesar de ser una mítica película de Alfred Hitchcock, necesitaba un remake que respetase el espíritu original de la autora Patricia Highsmith. Al menos, eso es lo que yo reclamaba. Lo que nos encontramos ahora puede ser totalmente diferente: Ben Affleck y David Fincher hacen equipo de nuevo tras el éxito de “Perdida” para enfrentarse a este remake. Podemos decir que Fincher los tiene cuadrados y se atreve con cualquier cosa.
Le daría mi enhorabuena si no fuera por los detalles que ya tenemos sobre el guión y que os comparto: Guy Haines sigue sin ser arquitecto como en la historia original. Tampoco será un tenista profesional como ocurría en la adaptación de Hitchcock. Lo que han pensado para él es un actor en medio de la presentación de su último éxito taquillero. Los extraños en un tren ya no se conocerían tampoco en un tren, sino en un avión. A partir de aquí, se presume que la trama seguirá como la original: Bruno propone un plan tan curioso como loco que consiste en eliminar el móvil del asesinato a través de un intermabio, ya que el caballero sostiene que es el punto fuerte de las investigaciones y por lo que los homicidas suelen ser atrapados.
Ben Affleck estaría a cargo del papel protagonista y el script final posiblemente cuenta con la ayuda de Gillian Flynn, pero esto no está confirmado todavía y quizá haya sorpresas.
En principio, el dúo Affleck-Fincher para encabezar el remake de “Extraños en un tren” no me parece una opción descabellada. Fincher es un director solvente y tal vez corrija el error más reprochable que se le puede hacer a Hitchcock sobre su adaptación: haber atentado contra la premisa de que todo hombre puede convertirse en un asesino según las circunstancias. La resolución visual (técnica) de Hitchcok es impecable y Fincher va a tener que sudar la gota gorda para estar a su altura; sin embargo, creo que tiene posibilidades para superarlo en la dimensión psicológica de los personajes si hace bien su trabajo.
En fin, a ver si Fincher me quita la espinita que tengo clavada con “Extraños en un tren”. Ya sabéis que soy muy fan de la Highsmith. De hecho, podéis leer la crítica de “Las dos caras de enero”.