Se cierra una semana cargadita de emociones fuertes dentro de la industria del cine. Si el lunes amanecíamos con la resaca de los Globos de Oro, este jueves se daban a conocer las nominaciones a los Premios de la Academia. Como siempre, a la lista de agraciados se sumaba la más larga lista de agraviados. Todo el mundo comenzaba a aplaudir las decisiones de la Academia o a despotricar por la ausencia de sus favoritas, lo cual resulta irrelevante… ¡Salvo que las agraviadas sean nuestras favoritas!
Antes de nada, los fans de “Invencible” y “Selma” podéis ir bajando vuestras armas. ¡Por el amor de Dios! ¡¿Qué esperabais?! La primera es pastelosa en cada una de sus planos hasta rozar el ridículo (un recuerdo para “El Mayordomo”) y la segunda la hemos visto ya como medio millón de veces. Si habéis sembrado las redes de furibundos ataques, id a vuestra habitación y pensad en lo que habéis hecho. Nosotros vamos a hablar mientras tanto de los dos arranques de obtusa indecencia de los académicos: “El Amanecer del Planeta de los Simios” y “La LEGO película“.
Resulta terrible el miedo que existe entre la gente del cine a los productos más transgresores. Cintas como las dos mencionadas pasan por la historia del séptimo arte con etiquetas que suponen un lastre invencible. Cual espada de Damocles, la calificación de blockbuster de “El Amanecer del Planeta de los Simios” impide a la magnífica cinta de Matt Reeves aspirar a unos premios que deberían premiar lo mejor del año. Otro tanto de lo mismo ocurre con la cinta construida a partir de unos célebres juguetes. Hablar de comedia animada al referirse a “La LEGO película” es poco menos que diagnosticarle el ébola. Lo más curioso es que ambas rompen esquemas y tienen en su ADN el elemento más necesario para el cine actual: Frescura. Sin embargo, la primera ha tenido que conformarse con la nominación a los Mejores Efectos Visuales y la segunda con una mención en Mejor Canción Original.
¿Alguien descargado de prejuicios puede atreverse a discutir que el guión de “La LEGO película” es uno de los mejores libretos del año? ¿No habéis disfrutado tanto con “El Amanecer del Planeta de los Simios” como con “Birdman” o “Boyhood”? ¿El César de Andy Serkis no tiene más carga emocional que muchos de los intérpretes nominados? Ya va antojándose imprescindible eso de que los premios recuperen su esencia de rendirse ante lo mejor. Si queremos caminar hacia un cine en el que el la amplitud de miras le gane la partida a la corrupción intelectual, es lo propio. En España lo intentaremos empujando a “Magical Girl“ hacia la victoria en la próxima gala de los Goya. Veremos si los Oscar también se anima…
Por cierto, alguien que tenga un momento podría acercarse hasta Hollywood a comentar por allí que han vuelto a burlarse de los dos mejores directores de las últimas dos décadas: David Fincher y Paul Thomas Anderson.