Resulta curioso como esto del cine puede situarte en lo más alto un día, y en el pozo más profundo casi sin darte cuenta. Ni ser una de las estrellas más aclamadas de la industria es ya garantía suficiente para asegurarse un plácido futuro. Si hace unos meses conocíamos la difícil situación económica que atravesaba el famoso Burt Reynolds, en esta ocasión la cosa es más grave todavía. Ni más ni menos que la musa de Woody Allen, Dianne Wiest está a punto de perder el apartamento en el que vive debido a su delicada situación financiera.
“Si las cosas siguen así, en breve tendré que dejar mi apartamento”, declaraba una actriz que afirma sentirse maltratada profesionalmente en los últimos tiempos. “No me llegan papeles debidamente remunerados. después de los premios, todo lo que me llegaba eran papeles para interpretar a madres de buen corazón. Es todo lo que me propusieron, excepto teatro”.
Los dos Oscars que Dianne Wiest tiene en sus estanterías parecen no haber sido suficientes como para que la industria siguiese apostando por una intérprete de contrastado talento. Wiest lograba ambas estatuillas por sus trabajos con Woody Allen en “Hannah y sus hermanas” (1986) y “Balas sobre Broadway” (1994). “La Rosa Púrpura del Cairo”, “Eduardo Manostijeras”, “Una jaula de grillos”, … Hollywood ha vuelto a demostrar que la palabra “clemencia” no está en su diccionario aunque seas historia viva del cine.