Nota: 5
¿Habéis oído hablar del efecto mariposa? Si nos ponemos puristas deberíamos aludir a la teoría del caos y a las enormes consecuencias que puede provocar una pequeña variación en ese sistema caótico. Pero como nosotros somos cinéfilos y gañanes, os remitimos a la secuencia de “Jurassic Park” en la que el Doctor Ian Malcolm (Jeff Goldblum) explica tales extremos a la Doctora Ellie Sattler (Laura Dern). Si nos remontamos ahora a finales del año pasado, todos recordaremos el ataque hacker sufrido por Sony y la épica polvareda que levantaba, hasta el punto de que los gobiernos de Estados Unidos y Corea del Norte acababan enfrascados en pleno conflicto diplomático. Pues bien, con “The Interview” llegá esa pequeña variación que desató las enormes consecuencias para que, tristemente descubramos que no se trata ni de una pequeña variación.
La historia de un presentador de éxito llamado Dave Skylark (James Franco) y su productor, Aaron Rapoport (Seth Cogen) centraliza la película. Atendiendo a los dos protagonistas y a la gente tras el filme, todo haría apuntar a una comedia marca de la casa al más puro estilo “Juerga hasta el fin“, pero la cinta incluye un elemento de singular interés: El dictador Kim Jong-Un ha decidido concederles una entrevista dado que es un gran seguidor de su show televisivo. Ante estas circunstancias, la C.I.A. decide que se trata de una óptima oportunidad para que los protagonistas acaben con la vida del dictador, una descabellada misión para la que ninguno de los dos está preparado.
La sátira esperada, la mala baba o el incendiario humor no aparecen por ninguna parte en “The Interview”. La cinta desaprovecha por completo el sensacional punto de partida y las infinitas posibilidades que este podría ofrecerle. En su lugar nos encontramos con un filme entretenido, pero sorprendentemente blanco y amable. Su divertimento está más cerca de lo convencional y de lo vulgar que de lo mordaz. A este respecto es probable que la vorágine en la que se vio envuelta la cinta haya terminado por jugarle una mala pasada. Cuando supimos de la existencia de “The Interview” imaginábamos que nos encontraríamos con lo que realmente ha resultado ser, pero semejante cabreo por parte de algunas sensibilidades nos llegaron a hacernos creer que Seth Rogen y Evan Goldberg habían parido una obra realmente incendiaria. Desgraciadamente, todo parece deberse a que la gente es una enfadica.
¿Nos queda el gamberrismo de “Juerga hasta el fin” al menos? Levemente. Los primeros pasajes de la cinta nos hacen evocar la divertida película que nos seducía allá por 2013, pero que terminaba por cansarnos. Aquí incluso caemos víctimas del tedio antes de la mitad del filme. Parece que todo el descontrol y acidez que pudieron rodear al proyecto de “The Interview” nunca fueron más allá de las conversaciones entre sus guionistas sentados en un sofá con un puñado de cervezas. Como leve divertimento, puede pasar. Si esperas la sátira más feroz de este mundo loco, “The Interview” no es lo que estás buscando…
Héctor Fernández Cachón