El declive de Val Kilmer le lleva a una peligrosa secta

Resulta triste comprobar como una de las grandes estrellas de nuestra juventud acaba convertida en lo que es hoy. Demasiado acostumbrados estamos ya a veer como caen muchos de nuestros ídolos. La industria del cine se muestra frecuentemente implacable con intérpretes y creativos que le han dado grandes momentos, para condenarlos al ostracismo. Ese es el caso del actor que hoy nos ocupa.

En los 80 y los 90, Val Kilmer era uno e los grandes de la industria. Papeles en aclamadas cintas como “Top Gun“, “Willow“, “The Doors” o “Heat” convertían a Kilmer en un habitual en la agenda de los directores más prestigiosos. Tal era el éxito, que Kilmer tomaría el relevo de Michael Keaton para convertirse en el hombre murciélago de “Batman Forever“. A partir de ahí, la nada…

En los últimos quince años poco se ha sabido de Kilmer más allá de sus sucesivos cambios de peso y algún papel aceptable como el de “Kiss Kiss Bang Bang” (2005). Películas menores y personajes secundarios para un actor que llegó a brillar como el que más. Hace unos días nos llegaba la noticia de que el actor se encontraba hospitalizado debido a un problema de salud indeterminado. Inmediatamente después se conocía que el problema de Val Kilmer habría surgido en el seno de una secta llamada la Iglesia de la Ciencia Cristiana. Dicha congregación obligaría a sus miembros a afrontar sus problemas de salud confiando únicamente en la oración como forma de cura, lo que habría estado a punto de costarle caro al actor.

Así las cosas, la vida y la carrera de Val Kilmer no pasan precisamente por sus mejores momentos. Esperemos que los rumores que apuntan a su regreso en la secuela de “Top Gun” acaben por confirmarse y que le den al bueno de Kilmer una merecida segunda oportunidad en el mundo del cine.