A pocas horas de que los Oscar 2015 den a conocer a sus nuevos ganadores, una salvaje polémica se ha desatada a escasos metros del lugar donde se celebra la gala. La aparición de una estatua gigante con la forma de la preciada estatuilla esnifando cocaína se ha convertido en el centro de todas las miradas. El artista callejero Plastic Jesus ha querido denunciar así un problema que afecta a un importante número de trabajadores de la industria, pero al que Hollywood no quiere hacer frente.
“Normalmente oímos cosas sobre que una celebridad de gran nivel quizá vaya a rehabilitación. La gente como directores, productores, gente de maquillaje, electricistas, chicos de sonido, y muchos más, ninguna de estas personas obtienen el cuidado o el tratamiento al que gente de su nivel si puede acceder”, declaraba el artista a una televisión de Los Ángeles. “Si una persona que es adicta a la heroína o a la cocaína ve mi estatua y va en busca de ayuda, entonces mi trabajo está hecho”.
Sea como fuere, la estatua en cuestión no ha dejado a nadie indiferente, como tampoco lo ha hecho el que está fuese colocada en Hollywood Boulevard justo frente a la estrella de Elvis Presley.