Películas que hundieron una carrera (III)

Warren Beatty y “Enredos de sociedad”: Hablar de Warren Beatty es hablar de cincuenta años de cine… o más bien de cuarenta. El protagonista de grandes películas como “Esplendor en la hierba”, “Bonnie and Clyde” o “Bugsy” y director de “El cielo puede esperar” o “Rojos” (por la que ganó el Oscar al mejor director) acudió presto a la llamada del director Peter Chelsom, para interpreretar el papel protagonista de “Enredos de sociedad”. La comedia más cara de la historia del cine se llevó por delante las carreras de varios de sus protagonistas como Andie MacDowell, Goldie Hawn o Natassja Kinski, pero por encima de todos los hundimientos destaca el del legendario Beatty. Ser la comedia más cara de la historia del cine y acumular unas pérdidas de 125 millones de dólares es un problema para cualquiera. Desde entonces solo hemos podido ver al galán de Hollywood acompañando a su esposa Annette Benning en las entregas de premios de la industria donde la actriz es habitual candidata.

Mark Hamill y la saga “Star Wars”: El actor californiano Mark Hamill será eternamente recordado como el joven Luke Skywalker. Todo un honor, pensarán ustedes. El primer papel de su carrera y el que acabó con ella. En 1977, Hamill se metía por primera vez en la piel de Luke con 26 años. Era su debut en el cine y todos los focos estaban sobre él. Entonces llegarían las dos secuelas galácticas de manera demasiado seguida como para que alguien pudiese mirar al actor sin ver a Skywalker. Desde ese momento treinta años de carrera y ni un solo papel recordable. El encasillamiento acabó con la carrera de un joven llamado al éxito, que siempre recordará “Star Wars” como su gloria y su ruina.

Geena Davis y “La isla de las cabezas cortadas”: Fue una película de piratas la que se llevó por delante la brillante carrera de la encantadora Geena Davis. Hasta ese año 1995 en el que tomó la horrible decisión de participar en la cinta de Renny Harlin “La isla de las cabezas cortadas”, Davis contaba con un palmarés repleto de premios (incluido el Oscar por “El turista accidental”) y de éxitos de crítica y público (“Tootsie”, “La mosca”, “Beetlejuice” o “Thelma y Louise”). “La isla de las cabezas cortadas” resultaba uno de los mayores desastres comerciales y creativos de la década, acabando de manera fulminante con la carrera de su protagonista Geena Davis. Desde entonces, en más de quince años apenas se la puede encontrar como madre de Stuart Little en las tres cintas del ratoncillo. Toda una lástima.

Josh Lucas, Jessica Biel y Jamie Foxx con “Stealth”: Los 111,7 millones de dólares perdidos por la cinta marcaron irremediablemente las carreras de sus tres protagonistas. La cinta de Rob Cohen frenó en seco la progresión de tres de los actores del momento en aquel 2005. Jamie Foxx parece haber encontrado una segunda oportunidad gracias al “salvador” Quentin Tarantino y su “Django desencadenado”. Mientras tanto Jessica Biel intenta encauzar levemente su carrera con pequeños papeles. Ahora bien, el bueno de Josh Lucas todavía se lamenta de la oportunidad perdida. Poco se ha vuelto a saber de él.

Michael Cimino y “La puerta del cielo”: La cumbre de los hundimientos. Con un saco de Oscars bajo el brazo después de su gran éxito “El Cazador”, Michael Cimino era el director más brillante y prometedor de la industria a mediados de los 70. Nadie podía negarle nada al joven director. Cuando planteo el mastodóntico proyecto del western “La puerta del cielo”, todo el mundo se frotaba las manos en espera del nuevo éxito de Cimino. Nada más lejos de la realidad. El montaje presentado por el director a United Artist duraba 325 minutos, de manera que los productores la dejaron en 149 y absolutamente mutilada. El resultado fueron unas pérdidas de 115 millones de dólares, el final del “american new cinema” y el desplome de la carrera de Cimino. El director llamado a marcar una época desapareció para siempre. Solo cuatro leves intentos con películas irrelevantes en los siguientes 15 años desde aquel fatídico 1980. ¿Saben que es lo más curioso? Que “La puerta del cielo” es una obra magnífica.

(PARTE I, PARTE II)