Ni más ni menos que 22 años. Ese es el tiempo que ha pasado desde que allá por 1993 el bueno de Tom Hanks empezase a escribir su leyenda con letras de oro dentro de la historia del cine. Hasta entonces el sensacional actor solo había dado pequeñas muestras de su inconmensurable talento con películas menores. Con la salvedad de “Big” , Tom Hanks parecía destinado a papeles de comedia. Nadie se imaginaba que estaba por venir uno de los mejores intérpretes de la historia del cine.
Por aquellos días, el reciente ganador del Oscar, Jonathan Demme (“El Silencio de los Corderos”) requería los servicios de Hanks para interpretar a un homosexual enfermo de VIH que buscaba justicia tras ser despedido de la firma de abogados para la que trabajaba al conocerse su homosexualidad. Hanks se alzaba con su primer Oscar tras una interpretación tan memorable como conmovedora en “Philadelphia”.
Pues bien, los que tengan buena memoria recordarán que el tipo que interpretaba a Miguel, el novio del personaje de Tom Hanks no era otro que nuestro Antonio Banderas. De ahí que la imagen de la semana sea este selfie que inmortaliza el reencuentro entre ambos.