Casi 22 años han pasado desde que Steven Spielberg conquistase a crítica y público con la inolvidable “Jurassic Park”. Más de dos décadas en las que las sucesivas secuelas de la cinta auguraban una muerte lenta para la franquicia. Eso, hasta que llegó “Jurassic World”. Para los que esperasen con escepticismo la película de Colin Trevorrow, la sensacional propuesta cinematográfica y la recuperación del espíritu de la primera entrega han venido a demostrar que a los dinosaurios todavía les queda mucha cuerda. Más si tenemos en cuenta que en su primer fin de semana, “Jurassic World” se ha convertido en el mejor estreno de la historia del cine con la friolera de 520 millones de dólares recaudados en todo el planeta. En solo tres días, la cinta ha conseguido compensar sus 170 millones de coste y todavía ha tenido tiempo para conseguir otros 350 millones de beneficio. Una maravilla.
Entre los múltiples atractivos mostrados por la película, uno de ellos es el constante guiño a los grandes fans de la saga. Entre ellos, uno nos ha llamado especialmente la atención. Para los que no se hayan dado cuenta, el doctor Ian Malcolm (Jeff Goldblum) tiene su particular cameo en la película de Colin Trevorrow. Si recordamos, tras sobrevivir al primer Parque Jurásico, el personaje escribió un libro que se convertiría en todo un éxito. A este hecho se aludía al comienzo de “El Mundo Perdido”.
Pues bien, si nos fijamos, el libro en cuestión aparece en dos ocasiones a lo largo del metraje de “Jurassic World”. En un primer momento, podemos verlo en las manos de la secretaria/canguro de Bryce Dallas Howard bajo el título de “God Created Dinosaurs” (Dios creó a los Dinosaurios). Al mismo tiempo, el escritorio de Lowery (Jake Johnson), el técnico friki, también tiene un ejemplar de dicha obra. Todo un guió al famoso personaje.