La cartelera se preparaba este fin de semana para recibir a una de las mujeres más atractivas del planeta. La actriz ucraniana, Olga Kurylenko llegaba el pasado viernes de la mano de nuestro Fernando León de Aranoa para poner de manifiesto en “Un Día Perfecto” que su idilio con la cámara es de esos que no se pueden discutir. La actriz lleva tiempo demostrando que es una de esas intérpretes dotadas del magnetismo de las grandes estrellas.
Pese a iniciar su carrera en el mundo de las pasarelas, películas como “Quantum of Solace”, “Centurión”, “Oblivion” o “El Maestro del Agua” han hecho de Kurylenko una de las actrices del momento. Ahora, cuando su carrera pasa por el mejor momento, volvemos a acercarnos a la figura de una mujer a la que le sobra talento y sensualidad. Al loro.
Impactante mujer de sensualidad arrolladora, que expresa su belleza en unas pequeñas teticas, eurítmicas y erectas y en un voluptuoso torso que desciende y se agota en un soberbio trasero, exornado por cadenciosas esferas glúteas, custodias lascivas de una cálida hendidura natural, incitadora a escanciar en sus lujuriosas profundidades, el summum vital, en un supremo coito y un apoteósico orgasmo simultáneo.