El soñador que nos quitó el sueño se ha ido. A sus 76 años, el maestro del cine de terror, Wes Craven, ha terminado por ceder ante el terrible cáncer cerebral que padecía. A sus espaldas deja cuatro décadas dedicadas enteramente al cine y un legado difícil de igualar. Una pérdida con mayúsculas…
El hueco que deja Wes Craven será difícil de llenar. La historia del séptimo arte siempre le recordará por ser el padre de dos sagas tan míticas como la de “Pesadilla en Elm Street” o “Scream”, pero no conviene olvidar que sensacionales cintas del calibre de “La última casa a la izquierda”, “Las colinas tienen ojos” o “La cosa del pantano” también llevan el sello personal del grandísimo Craven.
Es un día triste para el mundo del cine, pero seguro que el maestro ya está sembrando el terror allá donde esté. Buen viaje, viejo amigo.