Cuando parece imposible encontrar cualquier atisbo de piedad en el espectador, resulta que todavía hay algo que puede ablandar su corazón: El buen cine. Esa es la principal razón que puede llevar al éxito a una película que comenzaba su andadura en las salas con un fracaso de lo más llamativo.
Hace unos meses aterrizaba en las salas de todo el mundo “Ant-Man”, la cinta que venía a cerrar la exitosa fase 2 del universo cinematográfico de Marvel. Con Paul Rudd, Michael Douglas y Evangeline Lilly, el filme se hacía con una taquilla de lo más pobre, considerándose de inmediato como el gran fracaso de Marvel. No es que la cinta tuviese pérdidas, pero las cifras en las que se movía el filme quedaban demasiado lejos de lo esperado en la Casa de las Ideas y a años luz del éxito de la mayoría de sus productos.
Todo ello suponía un contraste con el aplauso generalizado de la crítica. La propuesta de “Ant-Man” se basaba en el divertimento y la acción, pero sin convertirse en un abuso de artificios. De primera mano, ello provocaba cierto rechazo entre un público acostumbrado a los típicos espectáculos pirotécnicos de Marvel. Lo que nadie se esperaba es que el boca-oreja empezase a funcionar hasta convertir a Ant-Man el la novena cinta más exitosa de Marvel y a superar los 500 millones de dólares recaudados alrededor de todo el mundo.
Automáticamente, la compañía reaccionaba anunciando “Ant- Man 2” para 2018. Tenemos Scott Lang para rato…