Según muchos está siendo una semana negar para el cine español. Nada más lejos de la realidad. Estos días se está abordando un tema que llevaba muchos años contaminando las raíces de nuestra industria. Ha llegado el tiempo de que los rufianes paguen por sus fechorías (suena de otro siglo, pero somos unos románticos).
Desde que la fiscalía decidiese actuar contra los amaños entre productoras y exhibidoras de cine, muchos son los nombres sobre los que se ha especulado. La bochornosa práctica de alterar los datos de asistencia a salas con el fin de lograr subvenciones salpicaba a varias decenas de películas en los últimos años, pero la confirmación de la primera ilustre personalidad que se enfrentará con la justicia no nos llegaba hasta ahora.
Enrique González Macho, el que fuese presidente de la Academia de Cine hasta hace 9 meses, ha sido imputado por falsear presuntamente datos de recaudación y asistencia de espectadores de la película “Rosa y Negro”. Esto se habría desarrollado con el objetivo de cobrar una subvención de 731.900 euros en acuerdo con el productor Edmundo Gil. Para ello se programaban sesiones matutinas en las salas propiedad de González Macho, con el pequeño matiz de que tales sesiones no aparecían en las carteleras oficiales de los cines. De esta forma, el 98% de los espectadores que supuestamente acudieron a ver “Rosa y negro” habrían sido ficticios.
Sea como fuere, este es solo el primer nombre de una larga lista que irá saliendo a la luz.
Pero el problema del cine en España es la piratería…claro