Posición 6: Foxcatcher
Encontrar un argumento que se centra en lucha grecorromana es, prácticamente, una invitación a cambiar de opción. “Foxcatcher” es una de esas películas de imagen antipática o, como poco, escasamente atractiva. Ni una apabullante campaña promocional podría hacer de la cinta de Bennett Miller un gran éxito de taquilla. Desde su póster a sus tráilers, hay un aire turbio y añejo (en el mal sentido) que nos espantan de forma automática. ¿Defecto? Puede que lo sea para los bolsillos de sus creadores, pero la virtud está implícita desde el nacimiento de la idea misma.
“Foxcatcher” no existe con la idea de agradar. Su ambición es la seducción de lo insano. Bennett Miller es un director que sabe demasiado bien lo que quiere contar y cómo lo quiere contar. No le tiembla el pulso ni un segundo al poner todo su talento al servicio de una historia que pasa, sin que nos demos cuenta, de lo mundano a lo fascinantemente turbio. El placer ofrecido por“Foxcatcher” no es el del sabor un caramelo ni el del olor de una rosa. Es algo más parecido a que te azoten con una fusta mientras te leen a Dostoyevski. Si alguien ha hecho alguna vez, la sensación no puede ser muy diferente a la que nos ataca cuando vemos descontextualizada figura de John du Pont entre las brumas y las praderas de su inabarcable propiedad.
La historia del excéntrico millonario John du Pont (Steve Carell) y los hermanos Schultz (Channing Tatum y Mark Ruffalo) no es una de esas narraciones que se puedan hacer de forma usual. Hay que dejar que los tentáculos de la oscuridad vayan atrapando poco a poco. Lo que se plantea como un reducto de impecable moralidad y salvador patriotismo va muriendo sin remedio en la sórdida mirada del aparente benefactor y filántropo. El deseo de quien no tiene más ley que la suya propia y la corrupción del alma son el centro de una estrambótica trama que, por increíble que parezca, está basada en hechos reales.