Si un instante logró sacudir a la industria del cine estos últimos años, es fue el momento en el que se conocía la muerte de Heath Ledger. El popular actor era encontrado sin vida en su apartamento de Manhattan el 22 de enero de 2008 a consecuencia del abuso de medicamentos para vencer a su insomnio. Una muerte accidental que nos privaba de uno de los grandes actores del momento con solo 28 años.
Pero la pérdida era especialmente dura para uno de sus compañeros de reparto. El actor Jake Gyllenhall quedaba marcado por la desaparición del tipo con el que compartió planos en “Brokeback Mountain”. Ambos lograba la nominación al Oscar en 2006 después de sus arriesgados papeles de vaqueros homosexuales en la cinta de Ang Lee.
“Le echo de menos como ser humano y echo de menos trabajar con él. Qué desafortunado es que no vayamos a poder ver la belleza de su expresión”, declaraba Gyllenhall. Ambos intérpretes mantenían una estrecha amistad después de trabajar juntos en el exitoso drama. Por ello, la repentina muerte de Ledger dejaría marcado para siempre al bueno de Jake.: “Era increíblemente especial y eso ni siquiera se acerca a resumir quién era y cómo era”.
Desde entonces, la vida del sensacional Jake Gyllenhall daba un giro completo. Profundamente afectado, el actor decidía revisar su escala de valores y centrar su vida, lo que le llevaba a ser el gran intérprete que es hoy: “Sé, que no solo esta carrera puede terminar en un breve periodo de tiempo o que cualquier cosa puede pasar, sino que la vida es preciosa. Creo que perder a Heath y ser parte de una familia que era algo parecido a la película, la película que hicimos todos juntos, te hace ver eso, hace que lo aprecies y te aleja de las cosas que realmente no importan.”