Muy pocas veces nos habíamos encontrado con un trabajo narrativo tan sensacional como el desarrollado en los últimos episodios de “The Walking Dead”. La exitosa ficción zombie de la AMC nos llevaba a una nueva dimensión en el regreso de esta sexta temporada, con la apertura de un nuevo mundo ante los ojos de los supervivientes. Desde que Jesús entrase en sus vidas, Rick y compañía son conscientes de que Alexandría es solo uno de los asentamientos de supervivientes en los alrededores de Washington, por lo que la interacción entre humanos va ganando en interés.
Cualquier fan del cómic sabe que, de entre todos los hombres que quedan en pie, el más peligroso es Negan (con permiso de Rick). Encima, durante los cinco seis episodios que hemos dejado atrás, su nombre no hace más que flotar en el ambiente como una presencia intimidante y un aura casi fantasmal.
A estas alturas, solo restan tres episodios para que la sexta temporada eche el cierre. Lo que ya podemos adelantaros es que esos últimos capítulos de la ficción zombie marcarán un antes y un después en la vida de nuestros protagonistas. Tanto los actores de la ficción de la AMC, como los responsables de la misma no han hecho más que insistir en que el golpe será más duro que ninguno y que se alcanzará un nivel de oscuridad nunca visto hasta el momento.
“Cuando terminé de leer el guión me quedé totalmente sin palabras. Era como si me hubieran hundido en un agujero negro. Es lo más oscuro y tenebroso que hemos hecho en la serie”, afirmaba recientemente Melissa McBride (Carol)