Cuando Olivier Nakache y Éric Toledano decidieron ponerse manos a la obra con “Intocable”, poco podían imaginar que estaban a punto de firmar la película de habla no inglesa más taquillera de la historia del cine.
Allá por el año 2012, la industria francesa nos presentaba la sensacional “Intocable”. François Cluzet y Omar Sy se ponían al frente de un filme que lograba la friolera de 426 millones de dólares alrededor de todo el planeta. La cinta se convertía en todo un fenómeno allá donde se estrenaba, con la salvedad del mercado americano. Estados Unidos solo aportaba diez millones de dólares a la cifra global, por lo que era cuestión de tiempo que la industria de Hollywood arrancase su maquinaria para hacer una película al gusto de su público.
Ni más ni menos que Bryan Cranston (“Breaking Bad”) y Kevin Hart (“El gurú de las bodas”) serían los elegidos por The Wenstein Company para dar vida a los dos protagonistas de la versión americana de “Intocable”. El guión estaría desarrollándose desde hace tiempo por Paul Feig (“Cazafantasmas”), pero todavía no habría director para el filme.
Philippe, un aristócrata millonario que se ha quedado tetrapléjico a causa de un accidente de parapente, contrata como cuidador a domicilio a Driss, un inmigrante de un barrio marginal recién salido de la cárcel. Aunque, a primera vista, no parece la persona más indicada, los dos acaban logrando que convivan Vivaldi y Earth Wind and Fire, la elocuencia y la hilaridad, los trajes de etiqueta y el chándal. Dos mundos enfrentados que, poco a poco, congenian hasta forjar una amistad incomparable. Veremos como sale la nueva versión…