Pese a que no le prestemos la debida atención, lo cierto es que estamos de lo más entusiasmados ante la idea de llevar a la gran pantalla el afamado manga japonés de “Ghost in The Shell”. El proyecto ya se encuentra en marcha y en pleno rodaje, lo que quedaba de manifiesto con la publicación de la primera imagen de su protagonista Scarlett Johansson en pleno set.
Muchas son las miradas puestas sobre el filme que el director Max Landis está preparando, pero lo que ha puesto a “Ghost in The Shell” en el ojo del huracán estos últimos días no tiene nada que ver con la expectación levantada alrededor de la película.
Según salía a la luz, Paramount y Dreamworks (los dos estudios tras la película) habrían realizado varias pruebas con el objetivo de dotar de rasgos asiáticos a los protagonistas de la película. ¿Qué ha supuesto eso? Pues el comienzo de una agria polémica racial, ya que muchos son los que claman por contratar actores asiáticos si se desean rasgos asiáticos. La cosa no carece de sentido, la verdad.
“Hicimos una prueba en una escena concreta para un actor secundario que ha sido finalmente descartada. Ninguna prueba tuvo lugar sobre el personaje de Scarlett y no tenemos planeado hacerla”, afirmaban desde Paramount Pictures en respuesta a la polvareda levantada.
El que no se ha andado con rodeos es el director Max Landis. En respuesta a los críticos con tal idea, el responsable del filme lanzaba unas declaraciones que no ayudaban nada a calmar los ánimos: “Si estás cabreado por ‘Ghost In The Shell no sabes nada sobre como opera la industria cinematográfica. En la actualidad no hay famosas actrices asiáticas a nivel internacional. Es indignante. Solía haberlas en los años 90. Ya no tenemos actrices como Lucy Liu. Pero la industria no tiene la culpa, porque actúa constantemente con el miedo de vender menos entradas de cine”.