El clima relajado de “El Hormiguero” está muy bien. El programa de Pablo Motos lleva años logrando que las grandes estrellas de la industria se sienten en su plató a pasar un buen rato. Esto suele depararnos un buen puñado de momentazos, pero también algún que otro patinazo a consecuencia del mencionado buenrollismo imperante.
La última en sufrir las consecuencias de sus propias palabras ha sido Úrsula Corberó. La actriz acudía al programa para presentar la serie “La Embajada”, que ayer mismo aterrizaba en la parrilla de Antena 3. Plagada de corrupción y de líos amorosos, la serie le daba la coartada ideal a Pablo Motos para una de sus preguntas: “En la serie, tu madre se enrolla con tu novio. Si eso te pasase en la vida real, ¿con quién te enfadarías más, con tu madre o con tu novio?”.
“Conmigo misma. Yo me iría, desaparecería. Si me pasara, desaparecería del mapa”, respondía Úrsula Corberó. “El rencor lo tendrías intacto. Te podrías ir a Cuba y estarías en Cuba así”, afirmaba Pablo Motos en referencia a las recientes vacaciones de la actriz. Lo que no sabía es que había sembrado el germen del patinazo de Corberó.
“Ojo! Ojo con Cuba, allí seguramente sería muy buena terapia para que se me pasara”, afirmaba la intérprete, a lo que Pablo Motos volvía a preguntar: “Hay bastante gente para que se te olvide todo, ¿no?”. Y ahí entrabala perla de Úrsula Corberó: “O todo lo contrario, porque los cubanos son un poco pesados”.
Pese a que su compañera Amaia Salamanca intentó echarle un cable al bromear al respecto (“Gracias ccomunidad cubana por vernos”) y a los intentos de la propia Corberó por arreglarlo, lo cierto es que su intervención en “El Hormiguero” ya había logrado calar entre un público que no dejaba de mofarse en las redes.