Nota: 7
Cuando un superhéroe aparece por los cines, todos volvemos la vista hacia él. Desde hace tiempo, los personajes saltados de las viñetas se han convertido en una mina de oro para la industria del cine. Atrás quedan los tiempos en los que todos mirábamos con recelo y con mínimo respeto las propuestas cinematográficas basadas en personajes de cómic. Ahora todo es distinto. Los espectadores de miradas condescendientes han desaparecido para dejar paso a feroces voces críticas que esperan auténticas maravillas del cine de superhéores. Buenos tiempos para el género, pero también exigentes.
Estas son las circunstancias que se encontraba “X-Men: Apocalipsis” con su llegada a las salas. El cierre de la segunda trilogía de los famosos mutantes se presentaba en sociedad después de las dos cintas más brillantes de la saga. “X-Men: Primera Generación” y “X-Men: Días del futuro pasado” se convertían en las crestas creativas de una franquicia que esperaba un imponente colofón final. Una traca que no ha sido tan imponente como se esperaba, pero que dista mucho del desastre.
¿Cuál es el problema? Pues que hasta las buenas películas de superhéroes se han vuelto repetitivas. El hecho de que cada nueva cinta parezca confeccionarse con la plantilla del éxito empieza a resultar un poco cansino. Todos sabemos ya los caminos que van a tomarse, desapareciendo cualquier capacidad de sorpresa. Esta es la razón principal por la que “Guardianes de la Galaxia” o Deadpool” lograban ta rotundos éxitos. O te mueves, o caducas. Y cerca de la caducidad se ha quedado la propuesta de Bryan Singer en “X-Men: Apocalipsis”.
Terribles comentarios nos llegaban de la crítica estadounidense hace unos días. Se hablaba de un desastre que, ciertamente, nunca llega a producirse. “X-Men: Apocalipsis” es la cinta más floja de la segunda trilogía, pero eso no significa que no sea francamente disfrutable. Los mutantes carecen de la capacidad de sorpresa de las dos anteriores películas, pero siguen siendo los personajes más poderosos de cuantos han saltado de las viñetas (con permiso de Batman). Xavier, Magneto, Mística y compañía son capaces de seducirnos y emocionarnos con una facilidad pasmosa. Mucho influye también el hecho de que los actores que forman el reparto de “X-Men” sean los mejores que nos podemos encontrar en cualquier cinta de superhéroes.
A “X-Men: Apocalipsis” le sobra ruido. Del mismo modo, ciertas tramas comienzan a resultar repetitivas. De hecho, es muy probable que Bryan Singer ya haya aportado todo lo que podía ofrecer al universo de los “X-Men”, pero el que diga que estos mutantes no son capaces de conmovernos y de lograr que no miremos el reloj ni un solo minuto, es que ya se ha pasado de severo.
Héctor Fernández Cachón