Hay veces que, cuando parece que la capacidad de sorpresa en el cine ha desaparecido, alguien te sorprende con cosas como esta. Los últimos años se han convertido en una mina de oro para los fans del terror. El género está viviendo una segunda edad de oro con estreno asombroso cada año. “The Babadook”, “It Follows”, “La Bruja”… Podríamos pasarnos todo el día enumerando trabajos brillantes y recientes, pero uno se lleva la palma.
Tenía que ser James Wan. El hombre que ya hizo saltar por los aires el género con esa maravilla titulada “Saw” no deja de demostrar que su talento tras las cámaras es una de esas cosas que pasan cada mucho tiempo. A pesar de demostrar su buen hacer en “Fast & Furious 7” (próximamente dirigirá “Aquaman”), lo cierto es que el cine de terror es el lugar en el que más cómodo se siente, lo que se hacía evidente en cintas del calibre de “Insidious” o “Expediente Warren”. Lo que pasa es que ahora ha llevado la cosa un poco más allá…
“Expediente Warren: El caso de Enfield”. Con ese título se presentaba en nuestras salas una película absolutamente brillante. Esto es miedo y lo demás son pamplinas. James Wan nos coloca frente a secuencias que comienzan a oprimirnos el cuello poco a poco. Finalmente no podemos más que pedir clemencia ante un auténtico maestro del tempo y de la puesta en escena. Pero no deja de sorprendernos que tan escalofriante trabajo pueda resultar, en muchos momentos, emotivo.
“Expediente Warren: El caso de Enfield” no solo ha logrado superar a su magistral antecesora, si no que, para muchos, es la mejor cinta de terror de lo que va de milenio. Por nuestra parte, nos sumamos a esa corriente. ¿Qué piensas tu?