Parece que esta vez no ha conectado con el público. Steven Spielberg es uno de los directores más grandes de la historia del cine. Nadie se atrevería a discutir que este maestro de la narrativa audiovisual el incomparable a la hora de conquistar a los espectadores. Nunca ha habido género que se le resista al responsable de “E.T.”, “Indiana Jones”, “La Lista de Schindler” o “Jurassic Park”. De hecho, el pasado año nos demostraba que seguía en plena forma gracias a la sensacional “El puente de los espías”. Demasiadas razones para pensar que su nueva película iba a resultar todo un éxito…
“Mi amigo el gigante” se convertía en la nueva apuesta del director para todos los públicos. La adaptación del cuento de Roald Dahl sobre una niña que une fuerzas con la Reina de Inglaterra y con un gigante bonachón, conocido como el BFG, para detener una invasión de malvados gigantes que se preparan para comerse a todos los niños del país prometía ser uno de los filmes del verano, pero la cosa no ha salido como se esperaba.
Con un presupuesto de 140 millones de dólares y un gasto promocional de otros 60, el filme se plantaba en las carteleras americanas con la intención de firmar un gran dato de taquilla. Nada más lejos de la realidad, ya que “Mi amigo el gigante” ha tenido que conformarse con unos pobres 18,5 millones de dólares a lo largo del fin de semana.
PEse a que Disney mantiene la esperanza de que el mercado mundial salve los muebles, lo cierto es que todo apunta a que podríamos estar frente al mayor fracaso comercial de la carrera de Steven Spielberg. Una pena, ya que “Mi amigo el gigante” no está nada mal.