La verdad es que el mundo es un pañuelo. No hay otra forma de explicar situaciones como la Ben Affleck relataba hace unos días. De hecho, esta es una de esas historias que, de haberse preparado, no podría haber salido mejor.
Situémonos. En octubre de 2013, Ben Affleck se acercaba con su hijo a una tienda de disfraces de Los Ángeles. Eran los días previos a Halloween y, obviamente, el actor buscaba un disfraz para su pequeño. Desde un par de meses atrás, Affleck se había convertido en el centro de todas las miradas al confirmarse que sería el nuevo Batman cinematográfico: “Antes de que empezáramos con la película, yo andaba buscando para mi hijo un disfraz de Halloween, y a mi hijo le gustaba realmente Batman. Fuimos a una tienda de disfraces en Los Ángeles… Estaba Bastante vacía”, comentaba el intérprete. Hasta ahí era todo normal. Affleck no sabía que estaba a punto pre protagonizar una situación de lo más surrealista. “Mientras estábamos en el pasillo dedicado a Batman, escuché que alguien me saludaba a mis espaldas. Al darme la vuelta vi a Christian Bale“.
Por si no fuese lo suficientemente extraño el encuentro entre el viejo Batman cinematográfico y su sucesor en una tienda de disfraces, a ambos les dio por intercambiar impresiones respecto al personaje: “Ahí estábamos él y yo, de pie en la sección de Batman. Le dije a ver si tenía algún consejo y la respuesta de Bale fue que me asegurase de que el traje me permitiese mear. Él también estaba comprando un traje para su hijo. No es que estuviese pasando el rato en ese pasillo”, concluía entre risas Ben Affleck.