Todavía no nos hemos recuperado del golpe. Han pasado ya ocho años desde la muerte de Heath Ledger, pero su nombre sigue más vivo que nunca. El actor se había convertido en uno de los grandes referentes de la industria, pero su papel como el Joker de “El Caballero Oscuro” se convertía en todo un icono del cine, ganándose un lugar privilegiado en la memoria del gran público.
Como todos sabemos, Ledger era encontrado muerto en la habitación de su apartamento de la calle Brome St. (Manhattan). Al parecer, una desafortunada mezcla de medicamentos terminaba con la vida del actor a los 28 años de edad. Así nacía la leyenda de Heath Ledger y el Joker…
Poco sabíamos de las últimas horas de vida del actor más allá del terrible insomnio que sufría a consecuencia del estrés del trabajo y los viajes. Ha tenido que ser su padre el que haya decidido referirse a esos momentos en un intento de concienciación de los peligros que puede generar la medicación prescrita y el uso indiscriminado de esta.
“No puedes mezclar sustancias de las que no sabes nada. No deberías mezclar lo que tomas para la neumonía con el Ambien (pastillas para luchar contra el insomnio”. Con estas palabras, KAte Ledger trató de advertir a su hermano del peligro que corría. La conversación se producía unas pocas horas antes de encontrar el cadáver del actor. “Katie, Katie, estaré bien”, tranquilizaba el joven a su hermana en la que sería ña última conversación de su vida.
Desgraciadamente, Heath Ledger no hizo caso a su hermana. Una mezcla de oxicodina, hydrocodina, diazepam, temazepam, alprazolam y doxilamina provocaba la prematura desaparición de uno de los grandes talentos de nuestro tiempo.