La espera promete hacerse eterna, pero siempre podemos lograr que sea más llevadera gracias a las infinitas teorías que proliferan estos días. Hace unas semanas que la sexta temporada de “Juego de Tronos” puso su punto y final ante millones de espectadores. La exitosa ficción de la HBO disparaba sus datos de audiencia con 10 nuevos episodios que, para muchos, conformaban la mejor tanda de cuantos habíamos visto hasta el momento. Gran noticia la de descubrir que la serie sigue creciendo en calidad, pero todo un problema el de lidiar con nuestra adicción a las tramas de poniente durante casi un año.
Lo cierto es que poco sabemos de lo que nos deparará la esperadísima séptima temporada de “Juego de Tronos”. Sus siete capítulos la convertirán en la más corta, llegará el próximo verano y será la penúltima entrega. Más allá de eso, hemos perdido la referencia de los libros después de que la serie adelantase a las novelas de George R.R. Martin, por lo que nada sabemos de futuras tramas, lo que no ha impedido que las teorías cesen.
¿Conocéis la playa de Itzurun? En caso de respuesta negativa, os estáis perdiendo uno de los enclaves más impresionantes del litoral guipuzcoano. Pero desde el próximo mes de octubre, el emblemático lugar pasará a ser también conocido por convertirse en decorado natural de la séptima temporada de “Juego de Tronos”. Nada extraño, teniendo en cuenta que los responsables de la ficción son muy aficionados a rodar en nuestro país. La serie volverá a apostar por la geografía española, incorporando nuevos enclaves emblemáticos tras sus acercamientos a Sevilla, Córdoba o Girona.
Lo que pasa es que son muchos los que han visto algo especial en la playa de Itzurun. Atendiendo a las descripciones de la novela de George R.R. Martin , la isla de Rocadragón encontraría en este lugar un perfecto emplazamiento, ya que sus enormes acantilados de piedra caliza serían ideales para recrear la forma de dragón del lugar. Si a eso le añadimos que Daenerys se encuentra de camino hacia poniente, no sería de extrañar que su primera parada fuese la isla en la que tradicionalmente se había situado la casa de su familia.