Tiene algo que resulta cautivador, pero que no es difícil de identificar. Desde que Damien Chazelle firmase esa joya del cine moderno titulada “Whiplash”, todos comenzábamos un idilio con el debutante director. Lo que pasa es que, cuando solo tienes una película en tu haber, llega el momento de demostrar si la cosa fue flor de un día o si tu talento es de esos que perduran en el tiempo.
Así, como el que no quiere la cosa, se ha presentado “La La Land” entre nosotros. Con un título que parece hortera, pero que gusta pronunciar, el joven director deja bien claro que la palabra “miedo” no se encuentra en su diccionario. Llena de colores y planos hermosos irrumpe “La La Lang”, para acercarnos a la historia de amor entre Ryan Gosling y Emma Stone. Atentos, porque su tráiler se ha convertido en todo un fenómeno, algo poco habitual para un musical.