3. Independence Day: Contraataque: Los más nostálgicos estábamos esperando la llegada de los alienígenas como agua de mayo. Dos décadas después de que “Independence Day” se convirtiese en una de las cintas más exitosas de los 90, Roland Emmerich nos dejaba fríos con una propuesta poco imaginativa y en la que prácticamente se calcaba la estructura de su antecesora. Más ruido, más destrucción y más explosiones, pero menos imaginación.
2. Cazafantasmas: Cierto es que legiones de fans de la película original habían decidido sentenciar a muerte la película incluso antes de su estreno. Ciertamente, nosotros no nos encontrábamos entre ellos, ya que Paul Feig es un director por el que sentimos una devoción y su reparto nos parecía un acierto. Sin embargo, la sucesión de chistes absurdos y lo aburrido de la historia nos dejaban realmente fríos. Una de las grandes decepciones del año.
1. Escuadrón Suicida: Tras generar uno de los debates cinematográficos más intensos que se recuerdan con “Batman v Superman: El amanecer de la Justicia”, el universo cinematográfico de DC Comics daba la bienvenida a la cinta que, según las previsiones, se convertiría en el mayor éxito del año. Los sucesivos avances del filme apuntaban a un giro radical dentro del cine de superhéroes, pero todo quedaba en un trabajo únicamente aceptable. La crítica masacraba a los villanos de DC por su intrascendente resultado.
(Parte I)