Es un actor divertidísimo y un director tremendo. Tenemos que confesar que adoramos a Ben Stiller. El protagonista de Zoolander o Algo pasa con Mary lleva décadas haciéndonos reír, pero también demostrando su talento en otro tipo de registros como quedaba claro en La vida secreta de Walter Mitty. Por si eso no fuese suficiente, el actor demuestra su amabilidad cada aparición pública, luciendo su perenne y tímida sonrisa. Un espíritu que no perdió ni en los momentos más complicados.
“Fui diagnosticado el viernes 13 de julio, así que tenía hasta el 23 de agosto para prepararme para la operación. Tuve todo el verano para pasar el rato pensando en ello”. Con estas sorprendentes palabras se descolgaba Ben Stiller en la web Medium. El actor explicaba como un test PSA (Antígeno Prostático Específico) arrojaba, hace dos años, unos resultados desalentadores. Tras someterse a una biopsia, Stiller era diagnosticado de cáncer de próstata. Comenzaba así el plazo de seis duras semanas hasta el momento de la intervención quirúrgica.
“Quería hablar de ello por el test, porque siento que salvó mi vida“, afirmaba el actor. Y es que la intención de Ben Stiller con su confesión no era otra que la de concienciar a los hombres de más de 40 años de la importancia de someterse a test PSA.
Durante más de tres meses, Ben Stiller se enfrentó al cáncer de próstata en lo que fue una difícil etapa de su vida y en la que sólo sus más allegados tuvieron conocimiento de la situación. Nadie sospechó nada al respecto, pero puede que la culpa la tuviese el humor con el que se lo tomó: “Me veía como un Walter White de la vida real”. Un fenómeno este Ben.