Los seriéfilos tenían marcado el pasado 2 de octubre como una de los momentos más importantes del año. Ese era el día elegido por la HBO para lanzar el primer episodio de Westworld, la serie de J.J. Abrams y Jonathan Nolan (el hermano de Christopher Nolan). ¿El resultado? Pues el aplauso unánime del público (ya había conquistado a la crítica) y el mejor dato de audiencia de un estreno de la HBO desde el de la primera temporada de True Detective. Con 3,3 millones de espectadores en su estreno, la ficción ya ha logrado hacerse un hueco como producto estrella de la cadena junto a Juego de Tronos.
Dos invitados a un parque de atracciones de alta tecnología entran en una aventura salvaje por el Oeste. El parque está poblado por robots y está diseñado como simulación que parece 100% real de la época romana, los tiempos de los vaqueros, y la época medieval. Cuando el ordenador central del parque se estropea, los robots comienzan a correr furiosamente y los dos invitados son acechados por un pistolero robot.
Con esa interesante sinopsis arranca una serie basada en la famosa novela de Michael Crichton. De hecho, el propio escritor dirigía la adaptación al cine de su obra en 1973 con Yul Brynner como protagonista. En esta ocasión, Anthony Hopkins, Ed Harris, Evan Rachel Wood, James Marsden y Rodrigo Santoro son los encargados de asumir el peso de una ficción absolutamente hipnótica.