Nos hemos quedado de piedra al conocer la noticia. Después de convertir a Deadpool en la gran revelación del año y en un fenómeno de épicas proporciones, Tim Miller ha decidido abandonar la dirección de Deadpool 2. El responsable de la primera entrega se encontraba ya inmerso de lleno en el desarrollo de la secuela, por lo que la sorpresa ha sido mayúscula tras largarse sin explicar las razones de ello.
Cierto es que no ha existido comunicado oficial y que, de haberlo, maquillará bastante las cosas. Sin embargo, medios como The Wrap ya han explicado que las razones de la decisión se deberían a la mala relación existente entre Tim Miller y Ryan Reynolds. Director y protagonista no se llevaban demasiado bien desde hace meses. Al renegociar el contrato de este último, 20th Century Fox le otorgaba un enorme aumento de sueldo, además de control creativo sobre la película y sobre la elección de los actores que se incorporarían a ella. En base a esto, las discrepancias en cuanto al fichaje del actor para dar vida a Cable (Miller quería a Kyle Chandler y Reynolds no lo veía adecuado), así como el tono de la película habrían terminado por generar diferencias irreconciliables.
Así las cosas Deadpool 2 tendrá que buscar un nuevo director mientras que Tim Miller ya ha sido rebicado como responsable de la trilogía Influx.