En Marvel estaban bastante preocupados. La Fase 3 de su universo cinematográfico se enfrentaba a uno de sus exámenes más importantes. Pese a su perfil más discreto, Doctor Extraño se sometía a esa prueba de fuego que es el colocarse delante del público. Después de que Ant-Man quedase lejos de los resultados esperados, la introducción de un personaje llamado a liderar a los Vengadores en los próximos tiempos prometía cierta decepción de taquilla. Las previsiones no hablaban demasiado bien de la potencial recaudación final de Doctor Extraño.
Así se presentaba el Hechicero Supremo en la cartelera americana. El filme de Benedict Cumberbatch llegaba tras amasar unos ilusionantes 120 millones en los países donde de estrenaba durante el fin de semana anterior. La crítica no dejaba de aplaudir la nueva propuesta de Marvel y el público que ya había disfrutado del filme aplaudía el resultado con unanimidad. Todo ello se traducía en unos sensacionales 85 millones de dólares recaudados en suelo americano, convirtiéndose en el mejor arranque de una saga monográfica de Marvel tras Iron Man. De hecho, el total de la película se sitúa ya en 325 millones de dólares.
Ni Capitán América, ni Thor, ni Hulk, ni Ant-Man se acercaban a los tremendos datos de un Doctor Extraño llamado a convertirse en pieza fundamental de Marvel durante los próximos años y que se ha convertido en una grata sorpresa.