El efecto que puede llegar a tener un papel es asombroso… “Juego de Tronos” es, desde hace años, un auténtico fenómeno televisivo. La serie de la HBO logra congregar a decenas de millones de fans con cada nuevo episodio, lo que ha convertido a sus principales protagonistas en relucientes estrellas. El problema es que la adaptación de las novelas de George R.R. Martin es, al mismo tiempo, capaz de despertar salvajes pasiones de todo tipo. Si no, que se lo digan al bueno de Jack Gleeson.
Puede que el nombre no nos diga mucho, pero nos referimos al odiado Joffrey Baratheon de “Juego de Tronos“. Pese a su carácter afable y divertido, Gleeson asumía el rol del personaje más odiado de la televisión de los últimos años. Cada acto del malévolo rey de Poniente provocaba que las iras de los fans se disparasen, recibiendo centenares de insultos tras cada nuevo episodio. De hecho, sus cuentas personales en redes sociales se solían convertir en lugar de “peregrinación” para fans descerebrados e indignados.
Ante esta situación, y con la certeza de que su físico solo sería apto para interpretar a villanos toda su vida, el joven actor irlandés ha decidido optar por el retiro. Ante el más que posible encasillamiento al que se enfrentaba, el actor de 24 años optaba por comenzar sus estudios de filosofía y dejar al margen el mundo de las cámaras.