Todos los que existíamos en 2007 (¿te has sentido viejo de repente?) y por entonces teníamos uso de razón, recordamos, aunque sea vagamente, el caso de Amanda Knox. Quizá sería más acertado decir “el caso de Meredith Kercher”, por respeto a su memoria. Sin embargo, lo cierto es que esta chica muerta se ha convertido en lo menos importante del caso. ¿Te refresco la memoria o vienes servido?
Documental Amanda Knox de Netflix
El 30 de septiembre la plataforma de vídeo bajo demanda más conocida lanzó un documental propio: Amanda Knox. Después del éxito de Making a Murderer, han querido repetir con el género que se está imponiendo. Os recuerdo que está The Jinx en la HBO y también este año la CBS estrenó el docudrama de JonBenét Ramsay, una reina de la belleza infantil que fue brutalmente asesinada en su propia casa. Ya no son series sobre crímenes lo que nos ofrecen, sino los mismos crímenes. Hemos dado un paso más allá en el grado del morbo y aquí estamos, con cine documental negro.
Amanda Knox es una chica guapa, extranjera, exótica; una americana mona. En cierto modo, podríamos aplicar aquí el síndrome de la mujer blanca. Sé que no es una chica desaparecida, pero sí se ha convertido en el foco mediático de las pirañas sensacionalistas. Quizá por eso su caso ha sido tan sonado. Eso y que viene de una familia pudiente, como corresponde.
O soy una psicópata con piel de cordero o soy como tú – Amanda Knox
El documental de Netflix trata de ser imparcial, aunque el espectador atento podrá detectar hacia dónde se inclina la balanza. No tienes que estar de acuerdo o no. El objetivo de esta obra no es posicionarte a favor o en contra de Amanda Knox. De hecho, encontrarás argumentos para apoyar tanto su inocencia como su culpabilidad. A la única conclusión razonable que puede llegarse es que existen dudas (respecto a ella).
Nos presentan a los dos culpables, Amanda y Raffaele, pero toda la atención la concentra ella. También tenemos a un policía de Perugia, lugar donde acontece el terrible asesinato, que es muy aficionado a las novelas de Sherlock Holmes. Por eso tiene un olfato afinado… Comentario que, sinceramente, podría haber omitido por ridículo. Eso no le hace ningún bien a la investigación. También aparece Nick Pisa, la clásica imagen de periodista sin escrúpulos. En este documental, es verdaderamente sorprendente cómo se retrata a sí mismo. ¿En algún momento se ha parado a escuchar cómo suena? Dice que salir en los titulares semana tras semana es comparable a un orgasmo.
Después aparecen otros expertos para contradecir las pruebas circunstanciales con otros argumentos que, bueno, no son descabellados, pero sí del todo improbables. En el documental de Amanda Knox también sale Donald Trump. De verdad. Tiene una breve intervención hablando sobre Italia.
Los culpables
Tal y como está planteado, si bien no define la inocencia real o la culpabilidad de la joven pareja, sí señala de forma clara y precisa hacia las autoridades italianas y hacia la prensa. Por un lado, necesitaban un culpable de inmediato para condecorarse y sacar pecho. Por otro, Amanda concentra una imagen interesante para su explotación, así que se le atribuyó una hipersexualidad, drogas (cuando se habla de porros básicamente), rituales satánicos, etc. Y el periodista, que es una joya, se excusa diciendo que debía publicar todo eso para que un rival no se le adelante con las exclusivas.
Amanda Knox dura apenas una hora y media, es una cinta bastante interesante, aunque la forma en la que está expuesta en ocasiones pasa de docudrama a documuermo y si el caso no te llama la atención realmente, puedes caer en la tentación de consultar el móvil varias veces.