Los grandes estudios no ven el momento de comerse las uvas. El 2016 siempre será recordado dentro de la historia del cine como el año de los desastres de taquilla. Independientemente de la calidad de los productos, los batacazos se cuentan por docenas. De hecho, hasta las películas que han conseguido mayores recaudaciones se han quedado por debajo de lo esperado en una año en el que el público parece haberse plantado ante la falta de originalidad.
En esta ocasión, los nombres que se suman a la lista son realmente ilustres. Brad Pitt y Marion Cotillard se han llevado un auténtico palo con Aliados. La cinta de Robert Zemeckis no es una obra maestra, pero lo cierto es que está bastante bien. Por ello resulta bastante incomprensible que, tras su segunda semana en cartel, la cinta alcance con dificultad los 50 millones recaudados en todo el planeta. Su vida comercial parece agotarse a gran ritmo y los 85 millones de dólares de su coste de producción parecen estar demasiado lejos.
Pero el problema no termina ahí. Si añadimos los costes de publicidad y distribución, Aliados debería recaudar más de 130 millones para comenzar a generar beneficios, lo que no se producirá en ningún caso. Así, una cinta más que interesante verá su nombre entre las posiciones cabeceras de la lista de fracasos del año.