Nos hemos quedado prendados. No sabemos si será porque somos unos nostálgicos, porque estamos enamorados de los maravillosos años 80 o porque es un trabajo increíble, pero cierto es que algo tiene “Stranger things” para haber sido capaz de seducir a millones de personas alrededor de todo el planeta.
Para no variar, la gente de Netflix ha vuelto a tener una amplitud de miras suficiente como para apostar por un producto poco convencional y llevarlo al éxito. Centrada en la historia de un jovencito que desaparece sin dejar rastro, la búsqueda del joven Will nos lleva por un camino plagado de intriga, enigmas, terror, fantasía y emoción. Una auténtica joya que bebe de “E.T.”, “Los Goonies” y otras muchas películas cuya esencia ha logrado capturar en 8 magníficos episodios.
Cualquiera podría pensar que lo que los hermanos Duffer nos proponen es un mero batiburrillo, pero nada más lejos de la realidad. Lo que han creado toma vida de por si a partir de una llama que todos los que hemos vivido el cine de los 80 todavía mantenemos encendida en nuestros corazones. Es la puesta en escena de una forma de hacer cine que anhelamos profundamente.
Por si todos estos elementos no fuesen suficientes, encima nos encontramos con un plantel de protagonistas en estado de gracia, a los que llegamos a querer de forma más que llamativa. Si entre ellos esta una resucitada Winona Ryder, ya se nos hace imposible no catalogar “Stranger Things” como la mejor serie del año.