Siempre será el más grande. Uno de los muchos atractivos que nos ha ofrecido el estreno de Rogue One ha sido el de poder reencontrarnos con el mismísimo Darth Vader. El personaje nos ofrecía un par de secuencias en las que todas las salas del cine del planeta exclamaban de entusiasmo. Esa voz y esos andares son más que suficientes para derretirnos.
Uno de los detalles que más nos llamaban la atención en la primera aparición de Vader no era otro que el poder visitar la morada de Lord Sith. Especialmente llamativo era el hecho de que la misma se situase en Mustafar, el planeta en el que Obi-Wan Kenobi derrotaba a su pupilo. Sin embargo, los datos más interesantes nos los ha ofrecido Doug Chiang, co-prductor de diseño de la película, en palabras a StarWars.com.
“El castillo de Vader fue muy divertido. Cuando supe que teníamos la posibilidad de volver al castillo de Vader me encantó la idea de, ‘vale, vamos a establecer la casa de Vader’. La idea inicial fue, ‘¿por qué Vader viviría aquí?’ En nuestra mente, empezamos a crear una pequeña historia de su pasado, como que, quizá, este lugar tenía un significado especial para él y es allí a donde va a curarse y meditar. Empezamos con la idea de que quizá debería estar construido alrededor de la habitación en la que está su tanque y viene aquí para rejuvenecerse y también meditar. Así que la estructura se construyó a partir del tanque y hubo ideas que probamos. Intentamos utilizar una forma muy icónica y siempre nos gustaron las torres altas”.
Así, nuestro querido Darth Vader guarda algunos misterios menos desde hoy.