Todo lo que toca se convierte en fracaso. ¿Es gafe este actor?

Desde luego, hay gente a la que no le sale una a derechas. Imaginate que estás rondado los 35 años y que llevas más de una década haciéndote un hueco dentro de la industria a base de lucha y entrega. Pongamos que talento no te falta, hasta el punto de que podría decirse que eres un tipo carismático. Te pasas la vida trabajando en proyectos interesantes hasta que, un día, recibes la llamada de tu agente para decirte que tres de los blocksbusters más ambiciosos de cuantos se preparan en Hollywood cuentan contigo. La cosa pinta bien, ¿no? Pues eso es porque no le has preguntado a Tobey Kebbell.

“Match Point”, “RocknRolla”, “La Conspiración”… A lo largo de la carrera del actor británico no faltan papeles interesantes y proyectos exitosos. El problema llega cuando su nombre aparece en una gran producción. Su primer paso ya fue en falso. El “Alejandro Magno” de Oliver Stone terminaba en fracaso allá por 2004. Seis años después, un nuevo proyecto de campanillas tocaba a la puerta de Kebbell. “El Príncipe de Persia: Las arenas del tiempo” se llevaba otra leche importante, lo que volvía a condenar al actor a producciones menores durante otros cinco años. Lo peor estaba por llegar…

“4 Fantánsticos”, “Warcraft” y, ahora “Ben-Hur”. El chico no da una. Tres grandes producciones llamadas a convertirse en éxito, pero que han terminado en desastre. Tobey Kimmel tenía un papel principal en cada una de esas cintas. El desaguisado era considerable. Ahora llega el turno en america de “Un monstruo viene a verme” (J.A. Bayona) tras triunfar en España y “Kong: Skull Island”. Si alguna de esas flechas no consigue dar en la diana, mucho nos tememos que el bueno de Tobey tendrá que coger las maletas y despedirse del mundo del blockbuster.