Pese a que ya ha pasado más de un día, la resaca de los Globos de Oro sigue siendo monumental. La ceremonia de entrega de premios suele ofrecernos grandes dosis de glamour, pero también imágenes poco habituales en este tipo de actos. Seguramente la culpa de ello la tengan los litros de alcohol que corren cada año por las mesas…
Sin embargo, mucho nos tememos que estos no son tipos que necesiten beber demasiado para ofrecernos momentazos del este calibre, porque Ryan Reynolds y Andrew Garfield son unos auténticos cachondos.
El instante del que todo el mundo habla llegaría con la entrega del premio al Mejor Actor en Comedia o Musical. Ryan Gosling se imponía al protagonista de Deadpool, nominado en la misma categoría. En ese momento, el bueno de Reynolds agarraba a Andrew Garfield y le espetaba un descomunal beso en los labios. La imagen se veía de fondo mientras el ganador subía al escenario, convirtiéndose en el instante más repetido de la ceremonia. Un par de fenómenos.