Antes de enredarnos más, la respuesta es un rotundo “sí”. Desde su irrupción en nuestras vidas hace casi un año, Deadpool se ha convertido en una de las grandes debilidades del público. El humor negro y la mala baba del mordaz y bocazas mercenario de Marvel alcanzaba su máxima expresión en una película de calificación R y en la que Ryan Reynolds explotaba las innumerables bocazas del mutante.
Pese a poner de acuerdo a crítica y público, lo cierto es que se trata de un perfil de película que no concuerda demasiado con el gusto de los académicos que votan en los Oscar, por eso nos ha sorprendido tanto y tiene tanta importancia el hecho de que haya logrado estar entre las nominadas a los premios del Sindicato de Guionistas como Mejor Guión Adaptado. Todo un éxito sin paliativos.
¿Qué significa esto? Pues que no sería de extrañar que Deadpool terminase haciéndose un hueco entre las cinco películas nominadas al Oscar al Mejor Guión Adaptado. Conviene tener en cuenta que los votantes del Sindicato de Guionistas son, en su mayoría, votantes de los Oscar. Lo mejor es que algo similar ocurría con las nominaciones del Gremio de Productores, donde la cinta se colaba entre la lista de candidatas a Mejor Película, desbancando a Silencio. Sea como fuere, nadie duda del que Deadpool se merece un buen reconocimiento y que sería legendario que se dejase caer por la alfombra roja.